Aunque ya os hemos hablado de él en diferentes secciones, teníamos ganas de poder echarle el guante al nuevo Angry Birds Space, la última incorporación al catálogo de episodios de la saga de los pájaros enojados que, como su nombre ya indica, tiene como escenario de juego el espacio.
Si alguna vez habéis jugado a la versión normal de Angry Birds, sabréis de sobra que la dinámica de juego no es otra que golpear a los cerditos que se colocan entre complejas estructuras de madera y hormigón, haciendo uso de un tirachinas gigante con el que podemos graduar tanto el ángulo como la potencia de tiro.
En Angry Birds Space esta dinámica no cambia excepto porque a las físicas de vuelo hay que añadir un fenómeno o fuerza natural que todos conocemos: la gravedad. Realmente, más que la gravedad, lo que va a cambiar el realmente el tiro con respecto al Angry Birds en la Tierra es la fuerza gravitacional u orbita que generan los planetas de cada nivel, pues tanto para bien como para mal, veremos cómo dichas orbitas atraen a nuestro pájaros hacia el centro de los planetas, creando una atracción que se presenta como una modificación elíptica en la trayectoria de nuestros pájaros.
El resultado es que con cada tiro hemos de tener en cuenta esta atracción gravitacional y hacer que se ponga de nuestro lado. Pocos más detalles a destacar de un juego que, pese al cambio ambiental y este fenómeno de gravedad, sigue manteniendo la misma finalidad.
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