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¿Es caro el software informático?

ALMALASI - 08/09/2008
¿SON CAROS LOS PROGRAMAS PARA UN ORDENADOR?



Este es un tema bastante complicado, porque de entrada hay que partir de la base de lo que podemos considerar caro o barato, que es algo bastante subjetivo (lo que para unos puede ser caro a otros le puede parecer barato).

Hecha esta matización, al hacerme esta pregunta inmediatamente me viene otra a la mente: ¿Realmente instalamos en el ordenador el software que necesitamos?

Pues bien, vamos primero por la segunda pregunta. He visto muchísimos ordenadores, tanto de empresas como de particulares y no creo estar equivocado al asegurar que la respuesta a esta pregunta es un rotundo no.

Y es un rotundo no porque en muchísimos casos veo software que simplemente no se utiliza, y cuando se utiliza raramente se aprovecha más de un modesto 10% de su potencial, habiendo en el mercado otras opciones mucho más económicas o gratuitas con las que se podría hacer el trabajo.

También es cierto que en esta circunstancia incide una cuestión, y es que en un porcentaje altísimo (y sobre todo si hablamos de particulares) el software instalado es pirata, ya que si realmente tuvieran que pagar el importe de esos programas seguro que en muchísimos casos se buscarían otras alternativas.

Un claro ejemplo de esto que comento lo tenemos en la suite Microsoft Office, presente en gran número de ordenadores, que no deja de sorprender, ya que su costo (y sobre todo en las versiones Profesional o Enterprise, las más difundidas), es bastante alto, o en Adobe CS3 (Photoshop), también muy difundido, y con un costo superior a los 2000 euros.

Pero no es esto lo que atañe a la cuestión que nos estamos planteando, sino el uso que posteriormente se le da, y puedo asegurarles que la mayoría de las veces se reduce... a hacer algún escrito de vez en cuando, ni tan siquiera a utilizar la mitad de las aplicaciones que tiene, y en muchísimos casos ni tan siquiera Outlook, ya que no se suele utilizar una cuenta de correo del tipo pop3, sino una cuenta de Hotmail, no compatible con Outlook en la mayoría de las ocasiones.

Demasiadas veces parece ser que se instalan programas por el simple hecho de tenerlos o de decir que se tienen, ya que posteriormente el uso que se les da es cuando menos muy reducido.

Una consecuencia adicional de esto es una ocupación excesiva del disco duro y una importante carga innecesaria en el arranque, amén de utilizar unos programas en demasiadas ocasiones excesivamente complejos para realizar tareas bastante sencillas.

Visto este punto, vamos a la pregunta original que planteamos en el título de este tutorial, y que trata del precio de los programas.

Y aquí hay que hacer una clara diferenciación: Por un lado tenemos un conjunto de programas de uso muy generalizado, en los que podemos incluir antivirus, programas de grabación de medios, descompresores y alguna que otra utilidad más, a la que se suman una serie de programas de uso específico y, por otro lado, tenemos una serie de programas de uso enteramente profesional, a los que un usuario medio, como ya hemos comentado, ni tan siquiera va a sacarles un mínimo de rendimiento.

Pues bien, vamos a ver estos dos grupos por separado, ya que si al principio decíamos que el precio (si un programa es caro o no) es muy subjetivo, aquí podemos decir eso de... Sí, pero.... Y podemos decir esto porque evidentemente no podemos considerar el precio de un programa del mismo modo cuando lo que vamos es a darle un uso esporádico y totalmente particular que cuando un programa se convierte en una herramienta de trabajo, a la que se le va a sacar un beneficio, beneficio este que en muchísimas ocasiones compensa con creces (y créanme que en un tiempo bastante corto) el precio de dicho programa. Además, en la mayoría de las ocasiones en el precio de estos programas se incluye un muy buen soporte técnico y una muy amplia documentación y manuales de los programas.

Bien, visto este punto vamos a ver los precios de algunos grupos de programas (a día de hoy, y tomados siempre que ha sido posible de las web oficiales de éstos) y lo que nos ofrecen, para poder valorar si realmente son caros o no. Aclarar que en estos precios siempre va incluido un soporte técnico (la calidad de éste, eso sí, va a depender mucho de la empresa de la que se trate, más incluso que del precio del programa).

Antivirus:

Los antivirus (y me refiero a los de pago, evidentemente, que también los hay gratuitos) tienen un costo medio de entre 30 euros y 70 euros, dependiendo de que se trate de versiones básicas o de suites completas (llamadas normalmente Internet Security).

Debemos tener en cuenta que lo que en estos casos estamos pagando realmente son las actualizaciones y servicios añadidos, ya que lo que es el programa antivirus en sí mismo suele estar disponible como descarga gratuita en casi todos los casos (con derecho normalmente a 30 días de actualizaciones). Este precio corresponde en al primer caso a unos 8 cent. día y en el segundo a unos 20 cent. día. Si a esto le añadimos que en muchos casos se trata de licencias para dos o tres ordenadores, no creo que se pueda decir que es un precio elevado, sobre todo cuando hablamos de seguridad.

Compresores y descompresores:

Pues aquí nos encontramos en un caso muy similar. Para empezar, Windows trae su propio descompresor y hay en la red algunos descompresores gratuitos (y bastante buenos, por cierto), pero es que si vamos a los de pago, el más extendido, que es el WinRar, tiene un costo de 40.29 euros (para una licencia, que va disminuyendo cuando aumenta el número de licencias), pero es que además se trata de una licencia sin caducidad ni renovación, que incluye todas las actualizaciones de por vida, y es una licencia personal que sirve para todos nuestros ordenadores (esto quiere decir que si tenemos en casa 3 ordenadores, una sola licencia es suficiente para los 3 ordenadores, NO es una licencia por ordenador).

Como podemos ver, tampoco es que sea un costo alto, ya que representa unos 11 cent. día el primer año.

Programas de grabación:

Si bien Windows incluye un programa de grabación (de CD en el caso de Windows XP y de CD/DVD en el caso de Windows Vista), estamos acostumbrados a utilizar aplicaciones de terceros para este menester, y eso que las aplicaciones incluidas en Windows son bastante fáciles de utilizar e incluso en ocasiones hasta más cómodas que estas externas (ver los tutoriales Grabar un CD en Windows XP, Como grabar un cd o dvd con Windows Vista y Como grabar un CD o DVD de audio con el Reproductor de Windows Media).

Uno de los más populares es Nero, pero es que Nero no solo es un grabador de CD/DVD, sino que con el tiempo se ha convertido en bastante más que eso (grabador, reproductor multimedia, gestor fotográfico, editor de DVD...).

En su última versión tiene un costo de 59.99 euros para la versión descargable (se compra sólo la licencia y el programa se descarga de la web de Nero) y de 69.99 para la versión en soporte físico. El costo de la actualización (si ya tenemos una versión anterior de Nero) es de 9.99 euros.

Bien, si tenemos en cuenta que no se trata de un programa esencial (ya hemos dicho que para grabar un CD en XP o un CD/DVD en Vista, con la aplicación que ambos incluyen es suficiente), tampoco se puede decir que sea un costo excesivo (unos 16 cent. día), máxime si, como ya hemos comentado, tenemos en cuenta todas las utilidades que tiene.

Otros programas que hay en el mercado están sobre los mismos precios aproximadamente, pero también los hay gratuitos y bastante buenos.

Como podemos ver no son precios que podamos considerar demasiado altos (aunque evidentemente a todos nos gusta más lo que nos regalan o es gratis).

En cuanto a otras aplicaciones, hay en el mercado programas para prácticamente todo, si no gratuitos si a un coste bastante bajo, entre los que seguro que encontramos los que necesitamos para realizar los trabajos que habitualmente hacemos, incluidos pequeños retoques fotográficos, a los que hay que añadir los que tanto Windows como Linux incorporan dentro de sus versiones o distros.

Software específico de uso profesional:

En este caso se trata de un mercado totalmente diferente, en el que no se puede realmente hablar de gasto, sino de inversión. Se trata de programas pensados para trabajar y para sacarles un rendimiento, no para entretenimiento, y bajo ese punto de vista hay que mirarlo. Por poner un ejemplo, baste decir que uno de los más nombrados, el Adobe Photoshop (Adobe Creative Suite o CS 3.3, que es el nombre que recibe en la actualidad, y que es donde se engloba Adobe Photoshop), tiene un precio de entre 1970.84 euros y 3478.84 euros, dependiendo de la versión. Dicho así puede parecer caro (sobre todo a un usuario normal y corriente), pero... ¿alguien se ha parado a pensar en la rentabilidad de este tipo de programas para el profesional?

Estamos hablando de herramientas de trabajo, no de programas para divertirse o jugar, y esto es algo que todo profesional debe comprender y aceptar, lo mismo que el mecánico acepta la inversión que tiene que hacer en herramientas y utillaje para su taller, y en este grupo podemos (y debemos) encuadrar todo tipo de software susceptible de ser explotado comercialmente.

En el mismo caso se encuentran programas tales como Adobe Acrobat, Autocad y muchos más. En todos estos casos se trata de herramientas de trabajo, por más que a muchos les guste el programa y hacer algunas cosas con él.

A este respecto he observado últimamente una tendencia por parte de centros educativos a recomendar o incluso a fomentar (por no decir en algunos casos casi a obligar) el uso de algunos programas de este tipo. Bien es cierto que muchos de ellos tienen versiones especiales para estudiantes a precios bastante reducidos, pero los centros educativos (y más concretamente los responsables de las materias) deberían ser más conscientes en muchos casos del alto gasto que el uso de este tipo de programas representa (y no me refiero a ninguno en concreto) y ser el propio centro el que, en el caso de obligar al uso de algún programa de este tipo, se encargase de la gestión de su compra y distribución.

Como habrán observado, salvo una ligera alusión al principio de este tutorial, no he hablado de Office System. En el tutorial OpenOffice: ¿Una alternativa válida a Microsoft Office 2007? tocamos este tema (el de las suites ofimáticas) de forma más detenida, ya que se merece que le dediquemos un tutorial en exclusiva.

En resumen, vemos que mantener nuestro ordenador con software original no sale ni mucho menos tan caro como se puede pensar, sobre todo si realmente tenemos el software que necesitamos y no se trata de experimentar o de coleccionar aplicaciones que ni utilizamos ni en muchísimos casos sabemos siquiera como utilizar o para que sirven sus opciones realmente, y que si hablamos de software necesario para un usuario base tampoco estamos hablando de precios exorbitantes, ni mucho menos.

Repito que en el mercado hay aplicaciones para casi todo con las opciones básicas que un usuario normal va a utilizar, a unos precios más que asequibles, a lo que hay que añadir un importante número de aplicaciones de distribución gratuita.




Tags: Software, Comprar
Opiniones de nuestros lectores:

Opinión 1.

Visitante - Re: ¿Es caro el software informático? - Fecha: 30-06-2011 02:53:05.
entendi el punto de vista sobre los programas caros, pero q pasa si compro un programa y al siguiente a;o sale uno mas reciente, de que sirve entoces tener el antiguo si no puedo abrir archivos provenientes de programas mas nevos. q caso tiene entonces comprarlos originales si solo es para un a;o siempre y cuando lo compres empezando el a;o

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