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Samsung tiene que abrir otra fábrica por la demanda del Galaxy S6 Edge
Muchos analistas dijeron que Samsung no había valorado bien los riesgos de lanzar un teléfono con los bordes curvos, que estaban tirando el dinero, que no cuajaría entre el consumidor actual… Y lejos de acertar, los primeros balances de cuentas reflejan que estaban totalmente equivocados.
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A pesar de lanzar dos modelos de S6, el Galaxy S6 Edge parece ser estar casi al mismo nivel que la versión “normal” a nivel de ventas. Y eso ha hecho que las previsiones de la compañía se desmonten, pillándoles de sorpresa y sin opciones para responder a la demanda con stock suficiente.
Por ello, según apunta Bloomberg, Samsung tendrá que montar rápidamente una tercera fábrica de pantallas para poder soportar la demanda de su nuevo Galaxy S6 Edge. De momento, mientras esto pasa, la cúpula ha decidido enviar los pedidos a las líneas de ensamblaje que utilizan ahora mismo los Galaxy Alpha.
Esta situación refleja el éxito y el buen hacer de la empresa con esta arriesgada apuesta. Sabemos que el Galaxy S6 Edge, así como los modelos curvos de LG, son una mera transición hacia algo mucho más futurista, donde el formato pasará de ser rígido a flexible.
No obstante, la idea del Samsung Galaxy S6 Edge es ir acostumbrando al consumidor a un cambio con respecto a lo que llevamos viendo durante los últimos años. ¿Será este un adelanto de lo que nos depara 2016?
