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Uno de los extras que más relevancia, al menos mediática, han tenido en los últimos terminales premium del mercado ha sido el lector de huellas dactilares. Implementar un sistema de seguridad de nuestros datos a escala biométrica es un avance muy significativo, sin duda… Sobre todo a nivel empresarial o incluso entre políticos…
Pero ¿qué pensarán quienes han confiado sus mayores secretos y datos privados a este sistema si supieran que ya es posible hackear el sensor de huellas de un terminal, como el Samsung Galaxy S5 y enviar la lectura a un servidor remoto?
Pues es lo que han descubierto una empresa de seguridad. Al parecer, el agujero se da en este terminal concreto y siempre que el usuario no haya a actualizado a Android 5.0. Un agujero que permite interceptar la lectura de la huella antes de que llegue a la memoria del terminal y sea encriptada.
Aunque en estos momentos, como decimos, el hackeo se produce en un terminal concreto y bajo una versión de Android específica, no cabe duda de que se abre un debate importante sobre el uso de tecnologías biométricas sobre un sistema operativo de terceros, donde está el agujero de seguridad.
Quizás para muchos de nosotros no sea tan importante por la relevancia de los datos que manejamos, pero en casos como los mencionados. Es decir, entre ejecutivos de alto nivel y políticos, el hecho de que un gusano pueda robar esa información sí que supone un problema. ¿no creéis?